Maculopathie und Ernährung

Parece que una de las formas más efectivas de proteger la retina y combatir eficazmente la aparición de la maculopatía degenerativa o ralentizar su desarrollo es la correcta aportación de nutrientes. Una afirmación que ya ha sido confirmada por muchas investigaciones científicas.

¿Puede una alimentación “simplemente” equilibrada y correcta limitar el riesgo de desarrollar una maculopatía y/o retrasar su desarrollo? Según lo que se desprende de los estudios científicos internacionales, la respuesta es: ¡sí! Existen alimentos, o mejor dicho, sustancias contenidas en los alimentos que la Madre Naturaleza nos ha dado, poderosos aliados en la protección de ese bien inestimable que es nuestra vista.

Una de estas es la luteína, una sustancia que nuestro cuerpo no puede crear por sí mismo pero que se puede integrar fácilmente con la alimentación. La luteína pertenece a la categoría de los carotenoides, pigmentos vegetales de naturaleza lipídica fácilmente identificables por su hermoso color rojo, naranja y amarillo; los carotenoides tienen una fuerte capacidad antioxidante y actúan como agentes fotoprotectores. Los más conocidos e importantes son el alfacaroteno, el betacaroteno, el gammacaroteno, el licopeno, la zeaxantina y, precisamente, la luteína.

La luteína es muy importante para la protección de la vista ya que se concentra principalmente en la mácula, la parte central de la retina, y es muy “inteligente”, ya que es capaz de reconocer y filtrar la luz excesiva, es decir, las radiaciones nocivas que están entre los principales factores de riesgo para la degeneración de la mácula.

Los alimentos ricos en luteína que nunca deben faltar en nuestra mesa son las zanahorias, los tomates, el maíz y todas las verduras de hoja verde o verdes: la col verde, el perejil, las espinacas, el brócoli y las coles de Bruselas, los guisantes, las judías verdes.

Pero no acaba aquí: la dieta para el bienestar de la vista también quiere otras vitaminas y antioxidantes como la E, la C, el selenio, el licopeno y los minerales como el cobre y el zinc que ayudan a fijar las vitaminas. Por eso, además de una buena porción de ensalada mixta aderezada con aceite de oliva virgen extra – una investigación inglesa demuestra que los nutrientes son absorbidos más fácilmente por el organismo utilizando este tipo de aderezo – no puede faltar algún tentempié a base de fruta fresca y un poco de fruta seca, rica en minerales.

Los lectores atentos habrán notado que este tipo de alimentación corresponde a nuestra dieta mediterránea, muy rica en vegetales, frutas, cereales, a la que hay que añadir abundante pescado, rico en antioxidantes Omega-3. Todo lo contrario, en resumen, de la alimentación estilo “fast food”.

Dado que la maculopatía degenerativa comienza a manifestarse alrededor de los 50 años, es evidente que la prevención debe comenzar años antes. Por lo tanto, es importante inculcar buenos hábitos alimenticios desde la infancia para llegar a la edad adulta lo más saludable posible.

Y ahora, algunas curiosidades para salvar la vista:

  • El alimento más rico en luteína: la col rizada.
  • La bebida anti-envejecimiento: en la cima el té verde, negro y de Colong, también muy útiles para la catarata.
  • ¿Cítricos para la vitamina C? ¡No solo! También son ricos en ella los pimientos y el brócoli.
  • ¿Demasiada elección en el supermercado? Confía en los colores brillantes: naranja, amarillo, verde… ¡no puedes equivocarte! Para permitirte una excepción a la regla, opta por el chocolate negro, el que tiene al menos el 70% de cacao: es una concentración de flavonoides, al igual que los arándanos negros y las uvas, muy útiles para la salud de los ojos.

Finalmente, si realmente quieres permitirte también una copa, elige un buen vino tinto: en pequeñas dosis tiene un efecto beneficioso sobre la mácula.

¡A la salud!

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